Cuando Pablo Escobar se escapó

Pablo Escobar se fugó el 22 de julio de 1992.

Foto: AP

  • La fuga del narcotraficante Pablo Escobar significó la más grande burla al gobierno del presidente César Gaviria, así como el desprestigio internacional de la justicia colombiana

CIUDAD DE MÉXICO, México, jul. 25, 2016.- Quien fuera considerado el criminal más buscado a comienzos de la década de los 90 en Colombia, el narcotraficante Pablo Escobar Gaviria, decidió entregarse a la justicia de su país luego de que la Asamblea Nacional Constituyente votara y aprobara un artículo que prohibía la extradición de ciudadanos colombianos a los Estados Unidos. La única condición que puso el capo fue cumplir su condena en «La Catedral», una prisión construida a modo en terrenos de su propiedad en Antioquía, al norte de la capital colombiana. Esta petición fue planteada por los abogados de Escobar argumentando que en cualquier otro centro penitenciario su cliente estaría en riesgo al ser expuesto a sus enemigos presos.

 

Cerca de un año después de su reclusión, las autoridades gubernamentales descubrieron que «La Catedral» contaba con toda clase de lujos y comodidades como salas de billar, bar, canchas de futbol, cuadros, muebles importados y habitaciones cómodas. Además, se supo que en ese lugar se llevaban a cabo orgías y fiestas para amigos y sicarios. Otro dato revelador fue que el narcotraficante recibía frecuentes visitas de personalidades de varios círculos sociales como deportistas, artistas, empresarios y políticos. Los medios de comunicación hicieron eco de estas afirmaciones y «La Catedral» pasó de ser «Cárcel de Máxima Seguridad» a «Cárcel de Máxima Comodidad».

 

Pero lo que desató la alarma fue el descubrimiento de que Pablo Escobar seguía dirigiendo las operaciones delictivas del Cártel desde el interior del penal y que su poder lejos de haber disminuido, aumentaba ya que comenzó a llevar a cabo actividades de extorsión y a quienes se negaron a colaborar, simplemente los mandó asesinar.

 

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Fue entonces que el presidente César Gaviria ordenó que las Fuerzas Militares tomaran el control del Penal y el traslado de Pablo Escobar a una guarnición militar. Al enterarse de esta operación, el capo decidió darse a la fuga tomando como rehenes a los funcionarios judiciales que realizarían su traslado.

 

De esta forma el 22 de julio de 1992, Pablo Escobar Gaviria, junto con 14 de sus hombres, se fugó de «La Catedral» al derribar uno de los muros traseros de la prisión, construido con yeso a propósito para cualquier eventualidad, al tiempo que el Ejército liberaba a los rehenes.

 

De acuerdo con los testimonios de los rescatados, el narcotraficante junto con sus cómplices, huyeron caminando al aprovechar la neblina que cubría la zona y el apagón de la llamada «Hora Gaviria», una medida establecida por el gobierno para hacer frente a la crisis energética que enfrentó Colombia entre 1992 y 1993 y que consistió, entre otras medidas, en el racionamiento de energía eléctrica.

 

La evasión del reo fue confirmada por el presidente César Gaviria varias horas después, al tiempo que se dio a conocer que Escobar tenía comprada la seguridad al interior de «La Catedral», así como a varios militares que custodiaban el recinto desde el exterior.

 

De acuerdo con la opinión pública, la fuga de Pablo Escobar significó la más grande burla al gobierno del presidente Gaviria, así como el desprestigio internacional de la justicia colombiana.