PRISCO: EL QUE A HIERRO MATA A…
23 de enero 1991 , 12:00 a.m.
Murió en su ley David Ricardo Prisco Lopera, un hombre con un largo prontuario criminal a cuestas y con una particular vocación religiosa: frecuentemente asistía a misa a la Iglesia de San Cayetano en el barrio Aranjuez de Medellín, pero afuera del templo dejaba a sus guardaespaldas y a su ametralladora.
Prisco Lopera, miembro de una familia de sicarios al servicio del Cartel de Medellín, fue alcanzado ayer por el brazo de la Policía Elite a la que enfrentó tras ser sorprendido en una mansión del barrio Conquistadores al occidente de la capital antioqueña.
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Sindicado de participar en varios de los magnicidios que sacudieron a Colombia durante los años ochenta, Prisco y sus hermanos mandaron a levantar con el dinero recibido por sus primeros crímenes una estatua de la virgen del Carmen en su vieja casa del barrio Aranjuez.
David Ricardo Prisco no sobrevivió a una gigantesca y premeditada operación policial en la que además perdieron la vida su hermano Armando, su primo Vidal de Jesús Osorio Valencia, y sus guardaespaldas Rodolfo de Jesús Rivas y Héctor Darío Molina Pérez.
Los servicios de inteligencia de la Policía y del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) detectaron hace 15 días a Armando Prisco Lopera y le siguieron la pista con el convencimiento de que pronto los llevaría al lugar donde estaba David Ricardo.[the_ad id=»4034″]
Así ocurrió. Localizados los sitios frecuentados por los delincuentes, los generales Octavio Vargas Silva y Miguel Maza Márquez dieron la orden a la Fuerza Elite de alistar a 250 de sus mejores hombres. Los Juzgados 55 y 93 de Instrucción Penal Militar libraron las órdenes de allanamiento números 041 y 023, mediante las cuales autorizaron la ocupación de tres predios, dos rurales y uno urbano.
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La operación fue ejecutada en dos fases simultáneas que se cumplieron en un sector residencial de Medellín y en la vereda Cabecera, jurisdicción de Llano Grande, municipio de Rionegro.
En la capital de Antioquia, cerca de un centenar de agentes Elite acordonó la carrera 64D con calle 39, barrio Conquistadores –a escasas dos cuadras de la casa donde murió Gustavo Gaviria Rivero, primo de Pablo Escobar–, y tomó por asalto la vivienda demarcada con el número 39-22.
Eran las 12:30 de la madrugada y desde el interior de la residencia hubo respuesta armada y el inmediato, pero frustrado, intento de fuga porque el lugar estaba totalmente rodeado.
Para entrar a la casa, los expertos en antiexplosivos de la Fuerza Elite se vieron obligados a dinamitar las cerraduras de la puerta principal. Logrado el objetivo, las patrullas redujeron rápidamente a los dos hombres que opusieron resistencia.
Establecer la identidad de los únicos habitantes de la residencia no fue difícil: uno de ellos, de contextura gruesa, sin barba ni bigote, era, sin lugar a dudas, David Ricardo Prisco Lopera. No había cambiado mucho con relación a las fotografías conocidas de él , dijo desde Medellín a EL TIEMPO uno de los oficiales Elite que participó en las labores de identificación.
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El temido delincuente utilizaba otros documentos de identificación falsos, uno de ellos a nombre de Francisco Muñoz Serna. En su cuerpo, luego de las diligencias de levantamiento del cadáver, fueron hallados diez impactos.
Prisco portaba además sus documentos originales: cédula número 70.123.639 de Medellín, de profesión mecánico, 1.68 de estatura, nacido el 25 de diciembre de 1957 en Medellín, piel trigueña claro, cabellos castaños claros, hijo de José y Leticia.
El otro, 23 años, con cédula 71.687.101 de Medellín, de profesión y actividades desconocidas, primo de los Priscos, fue identificado como Vidal de Jesús Osorio Valencia, quien trató de cubrir a fuego la fuga de David Ricardo. Recibió nueve impactos de ametralladora.
La casa donde murió David Ricardo es lujosa tanto en su construcción como en su dotación. Tiene cosas exuberantes, cuadros bellísimos y costosos, sofisticados elementos de oficina y una lujosa dotacion de sus alcobas , relató la fuente policial consultada por este diario.
En el interior del inmueble fueron incautadas una subametralladora Mini Uzi, dos granadas y una pistola. El otro Prisco Mientras esto ocurría en Medellín, otros cien hombres de La Fuerza Elite allanaron dos fincas en una zona rural del municipio de Rionegro.
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El asalto simultáneo produjo resultados negativos en uno de los predios, cuyo nombre se desconoce.
Sinembargo, en la vereda Cabecera, de la inspección de Llano Grande –justamente donde hace tres años fue capturado Carlos Lehder– los uniformados coparon una finca donde de inmediato se produjo un enfrentamiento armado con tres hombres que fueron eliminados.
Se trata de Armando Prisco Lopera y sus guardaespaldas Rodolfo de Jesús Rivas y Héctor Darío Molina Pérez.
Allí fueron decomisados un automóvil Mazda de placas MLE 087, una motocicleta Honda, dos subametrlladoras, una pistola y dos granadas.
El general Octavio Vargas Silva, director Operativo de la Policía Nacional, dijo ayer a EL TIEMPO que David Ricardo Prisco Lopera manejaba una red de sicarios compuesta por 360 criminales que cumplían órdenes de Pablo Escobar.
Teníamos la certeza absoluta de que la operación iba a ser exitosa. Llavábamos 15 días en la operación y habíamos seguido pacientemente la pista de Armando , dijo el oficial.[the_ad id=»4035″]
Según Vargas, Prisco Lopera asumió el manejo total de la organización después de la muerte de Jhon Jairo Arias, Pinina ; Gustavo de Jesús Gaviria y Abraham, el primo de Escobar .
De acuerdo con la información de que disponen los servicios de inteligencia, Prisco y Francis Muñoz Mosquera, Tyson , estuvieron recientemente en Bogotá, pero no se logró establecer qué planes habrían diseñado.
David Ricardo Prisco tenía un contacto muy cercano con el jefe del Cartel de Medellín. Tanto, que en la operación de ayer la Policía halló una carta en que Pablo Escobar le augura una pronta recuperación por dolencias físicas que no especificó.
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La carta está fechada en Medellín el pasado 4 de diciembre. Un tenebroso historial delictivo Los dos últimos hombres de la banda de Los Priscos, David Ricardo y Armando Alberto Prisco Lopera estaban solicitados cuatro Juzgados de Instrucción Criminal de Bogotá y Medellín.
La familia ya había sido golpeada porque en 1986 murió asesinado en el barrio Campo Valdés de Medellín, Eneas Prisco Lopera, El Negro , y el 31 de julio de 1987, el DAS eliminó en Bogotá a José Rodolfo Prisco.
David Ricardo fue capturado en Pereira en 1980 por la Policía y puesto de órdenes de un juez de Instrucción Criminal que lo procesó por hurto de vehículos.
Tras recuperar su libertad, fue reclutado en el Cartel de Medellín por orden expresa de Pablo Emilio Escobar Gaviria.
Prisco, Chino o Richard , reclutó más de 300 hombres para la ejecución de secuestros, atentados terroristas y asesinatos.
El 5 de febrero de 1983 fue capturado por el delito de homicidio y puesto a disposición de un Juzgado de Instrucción de Medellín. Un año más tarde, el 11 de agosto de 1984, fue detenido y puesto a órdenes de un juez que lo investigaba por lesiones personales, pero fue dejado en libertad.
David Ricardo tenía en su contra tres órdenes de captura por homicidio en Medellín. Otras dos habían sido expedidas por la Oficina de Investigaciones Generales y por el Juzgado 89 de Instrucción Criminal de Bogotá, despacho donde se le adelantaba una investigación por homicidio.
Los servicios de inteligencia de la Policía informaron que Prisco operaba en Medellín a través de la compañía Inversiones Jaramillo Muñoz y Cia., situada en la calle 68 No. 9 A 26.
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David Ricardo está vinculado a los asesinatos del ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, del director de El Espectador, Guillermo Cano Isaza; del magistrado Hernando Baquero Borda; del juez Primero Superior, Tulio Manuel Castro Gil; del procurador Carlos Mauro Hoyos, del gobernador de Antioquia, Antonio Roldán Betancur; del coronel Valdemar Franklin Quintero y del coronel Jaime Ramírez Gómez.
Armando Alberto, el cuarto de los Prisco, había sido capturado el 14 de junio de 1982 y puesto a disposición de un Juzgado de Instrucción Criminal de Medellín.
En su contra tenía dos órdenes de captura: de la Sala Penal del Tribunal de Medellín por hurto y del director de la Cárcel de Bellavista de Medellín, por fuga de presos.